Oceanografía, podría desaparecer barco “Caballo Azteca” para no pagar liquidación

En las propias narices de las autoridades marítimas y por omisión dolosa del personal de la Junta Especial Número 1 de la Local de Conciliación y Arbitraje, Amado Yáñez Osuna, continúa despedazando el barco Caballo Azteca, llevándoselo por partes para desaparecer el único objeto que garantiza que cerca de 300 ex trabajadores de Oceanografía reciban su liquidación.

José Francisco Otelo Mendoza, ex trabajador de la naviera, indicó que desde el kilómetro 60 de la carretera federal 180, entre la Villa de Isla Aguada y Sabancuy, es visible el inmenso barco petrolero que a su lado tiene dos remolcadores, listos para sacar el navío de su varamiento y llevárselo, evitando así su remate y que los ex trabajadores puedan cobrar sus liquidaciones.

“El barco, ya fue desvalijado de todos los equipos de izamiento o grúas, el puente de mando ya no tiene nada, es el puro cascaron de lo que un día fuera el segundo barco de mayor calado de toda la flota de la empresa Oceanografía, y esto ha sucedido por la indiferencia de la Secretaría de Marina, la Capitanía de Puerto y las autoridades laborales que nunca hicieron algo para asegurar que no se lo robaran pieza por pieza”, aseguró.

Dijo – Los más seguro es que en pocos días o incluso durante la noche, se lleven el barco de su posición actual, que lo desaparezcan en mar abierto para seguir chatarreándolo, con eso evitarían que se rematara”, externó. De todas formas, con el despojo de todos sus equipos, ya no podría rematarse, toda vez que es imposible que alguien se interese en comprar un cascarón, agregó.

El pasado 29 de marzo, los obreros entregaron pruebas y fotografías a las autoridades marítimas donde se mostraba que había obreros removiendo equipos y maquinaria de la cubierta del barco, de acuerdo a la información entregada, el gerente de Oceanografía, Joaquín García Gómez, firmó un contrato de venta con el empresario naviero veracruzano identificado como Rafael Anaya. Empresario que no tardo en iniciar los trabajos para quitar peso a la embarcación para poder sacarla del varamiento y de allí trasladarla al puerto de Seybaplaya, sin definir si allí continuaría con el desmantelamiento o trasladarla a otro puerto meses después, pues saben que en Coatzacoalcos los espera un astillero para terminar de desaparecer el barco.

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