En las últimas semanas la pandemia en Campeche, muestra una tendencia acelerada de casos por Covid-19.
El aumento de casos, tanto leves y ambulatorios que se han podido atender en sus hogares, como los que han requerido hospitalización, y el incremento de las defunciones causadas por la pandemia de Covid-19, se deben en parte, a una intensa movilidad social en el interior de las ciudades, entre las diferentes comunidades y poblaciones del estado, además de la innegable comunicación con las entidades vecinas.
El promedio de casos diarios se ubica alrededor de 35 diagnosticados y confirmados por una prueba PCR, además de un porcentaje adicional de casos confirmados por pruebas rápidas, asociación clínica y dictaminarían epidémica.
La ocupación hospitalaria se ha incrementado también, principalmente en personas cuya edad promedio es menor a los 50 años; y el ritmo de las defunciones ha alcanzado aproximadamente 20 en los últimos 14 días, principalmente y también en el grupo de menores de 60 años.
Como ven ustedes, la situación amerita decisiones que limiten el riesgo y el daño a la salud, que está significando aun el Covid-19. Nuestras decisiones están sustentadas bajo criterios médicos, sociales y económicos, aplicados de manera estricta y con valoración de las repercusiones que significa el reducir la movilidad social y la actividad económica.
Las medidas de contención deben aplicarse en los momentos justos y ese momento ha llegado. Ante la inexistencia de una medida definitiva contra el COVID-19, sólo nos queda acudir a la restricción social y a un mayor control de protocolos en las actividades económicas “los prestadores de servicio son los responsables de garantizar espacios seguros para sus usuarios”.
La vida y la salud están por encima de cualquier otra circunstancia.
Por ello, se ha intensificado la promoción de las medidas universales de higiene como el lavado de manos, la aplicación de gel antibacterial, cuidar la sana distancia, el estornudo de etiqueta y sobre todo el uso correcto y obligatorio del cubre bocas.
Hasta ahora, la respuesta social ha sido extraordinaria, sobre todo en la primera etapa de la pandemia; pero hoy debe acentuarse, por lo cual se ha instruido a la Copriscam que ejecute las acciones necesarias de acuerdo a sus atribuciones, incluyendo las amonestaciones correspondientes, sin importar el giro, tipo o tamaño de la empresa. No confundamos, la Copriscam no es el enemigo a vencer.
El semáforo epidemiológico marca la pauta en este sentido; sin embargo, no es el único instrumento sobre el que se fundamenta la gradualidad de la apertura social. Por ello, en Campeche, sin importar el color, las medidas de restricción normalmente han sido más estrictas.
Independientemente de la calificación epidémica que refiera el nivel federal el próximo viernes, tomando en cuenta la medición local, y con las atribuciones conferidas por el ejecutivo del estado y el comité estatal de seguridad en salud, hoy anuncio que se tomó la decisión de implementar medidas de riesgo alto, con las siguientes especificaciones:
Se reduce:
Al 50%: el aforo en unidades de transporte urbano y semi-urbano en general, en tanto que los taxis podrán llevar un máximo de 2 pasajeros por unidad.
Al 40%
o Supermercados,
o Hoteles y servicios de hospedaje.
Al 35%:
o Oficinas administrativas con actividades no esenciales. (todas, con excepción de salud, seguridad pública y vialidad y protección civil); y se indica priorizar horarios escalonados para mantener su actividad y privilegiar el trabajo en casa, sobre todo con grupos vulnerables.
Al 25%:
o Centros comerciales,
o Restaurantes, los cuales abrirán de 13 a 23 horas, así como también los sitios de venta de alimentos preparados; y
o Centros religiosos.
Se ajusta la venta de bebidas alcohólicas de:
o Miércoles a sábado, de 11 a 18 horas.
Solo con citas:
o Estéticas, peluquerías y servicios similares.
Suspenden actividades:
o Escolares en todos sus niveles.
o Parques,
o Plazas,
o Museos,
o Cines,
o Actividades culturales,
o Gimnasios y centros deportivos,
o Deportes amateur y profesional,
o Bares, cantinas y salones cerveza, y
Así como los eventos masivos y públicos.
De forma adicional a estas medidas, se añaden a partir de este mismo lunes 28 de junio; el cierre de 12 de la noche a 5 de la mañana, de las siguientes vialidades:
o El malecón de la ciudad de Campeche.
o El centro histórico de la ciudad de Campeche.
Las siguientes vialidades serán cerradas de 11 de la noche a 5 de la mañana:
o La avenida Luis Donaldo Colosio, y
o La avenida concordia, de esta ciudad capital.
Así como en Ciudad del Carmen serán cerradas las siguientes vialidades:
o Malecón costero de 12 de la noche a 9 de la mañana.
o Malecón de la calle 20 de 1o de la noche a 5 de la mañana.
A todos los presidentes municipales, se les recomienda observar lo mismo en sus ciudades capitales, con especial atención en Carmen, Escárcega, Hopelchén, Calkiní, Hecelchakán y Champotón.
Se mantendrán permitidas:
Las actividades esenciales de salud, gasolineras, seguridad pública, industria de la construcción, bancos, agencias de autos y servicios automotrices, entre otros.
Estas medidas se mantendrán en vigor hasta que el consejo estatal de seguridad en salud lo señale, de acuerdo a la situación o momento epidemiológico.
Los servicios estatales de salud, continúan con sus operativos preventivos en las colonias, comunidades y municipios de riesgo. Sin embargo, es muy importante contar con el apoyo pleno de toda la sociedad, para crear consciencia y hacer costumbre el lavado de manos, el uso adecuado del cubrebocas, el estornudo de etiqueta y la sana distancia.
Continuamos enfrentando el reto más grande en materia de salud pública de los últimos 100 años. Desterremos la confianza, redoblando los esfuerzos para enfrentar al covid-19. Mucho de esta gran batalla pasa por la responsabilidad personal.
Usar o no el cubrebocas, asistir a un evento familiar, social o de cualquier índole; no respetar el número permitido al ingresar a un supermercado, así como seguir vendiendo bebidas alcohólicas después de los horarios permitidos, entre otros muchos ejemplos es una responsabilidad personal, pero las consecuencias son colectivas y éstas se traducen en nuevos casos, más hospitalizados y más fallecidos.
Por ello la convocatoria es para todos, sin excepción. La ocasión lo demanda. No bajemos la guardia, respetemos los protocolos. De nuestro comportamiento dependerá el reducir el riego epidemiológico.
Vamos a cuidarnos todos, que se haga costumbre.